Sin salir de la burbuja.
Por Cristina Robredo.
Si pienso en ti, lo primero que me viene a la mente es tu disposición. Siempre estás, ofreces, escuchas, respetas. Seguro que muchos compañeros, colegas, amigos, reconocen el tono de tu voz en la frase: “¿qué necesitas?. Pendiente de las necesidades de los demás, e implicada en la mejora de la labor terapéutica desde hace tantos años, este libro simboliza tu forma de “estar/dar” a nuestro colectivo o familia.
Para mí el libro refleja el resultado de tu camino de aprendizaje a largo de muchos años en el ámbito de la terapia, asumiendo roles diversos y coexistentes como terapeuta, docente y supervisora. Conectadas hace ya veinticinco años, he podido ver de cerca tu crecimiento y evolución, y ¡qué evolución amiga!, también sentir tu entusiasmo.
Me conmueve la profundidad del texto, especialmente la integración. Destaco como me llega el esfuerzo continuo por dar una estructura aparentemente sencilla a tantísimo contenido complejo, desde esa característica tan reconocible en ti en la que proyectas sencillez. Ser testigos de cómo esa mente en ocasiones peligrosamente incansable, curiosa y brillante, ha ido tejiendo y construyendo conocimiento, es un privilegio.
Carmen consigues duplicar la utilidad profesional y personal para el terapeuta lector, no sólo por el contenido trasmitido, sino también por la forma en que señalas, guías, enseñas y especialmente cuidas. Es un regalo. Siento una enorme admiración y respeto por tu talento y tu saber.
Yo he sentido resistencia a romper la burbuja en la que he estado desde que empecé a leer el libro. Para mí, conseguiste crear una atmosfera especial, acertada en el trato, y el contenido, de la que no quería salir, ni siquiera quería acabar el libro y retrocedía y volvía a retroceder encontrando siempre reflexiones distintas en las que me quedaba en mí, junto a ti y lo que me has dado.
El sostén que ofreces lo muestras con delicadeza y generosidad. Sin hacer explícito el foco, haces sentir al otro que todo el tiempo es el centro. Ese es lugar donde nos colocas. Me ha sorprendido sentir el intercambio, la escucha, la aceptación y la dinámica como si de verdad lo que estaba haciendo con mis pacientes, elaboraciones o aportaciones, fueran recibidas y apreciadas. Si, hemos danzado y hemos estado en movimiento. En mi caso destaco especialmente que me ha permitido permitirme, en ocasiones perdonarme y muchas más de lo que pensaba, valorarme. Ha sido llamativo para mí el efecto del apego seguro. Si lo comparo con lo que he sentido en talleres, supervisión o formación, éste ha sido claramente de mayor calidad, y con la importancia que se le concede al grupo, casi sentía disonancia y conflicto. Pero honestamente ha sido así y te doy las gracias por ello.
Por último, deseo compartir como confesión o anécdota, que el libro se ha convertido desde hace un año en un objeto indispensable en la cartera de trabajo, como lo es la pluma con la que tomo notas y el ordenador. Y así, a modo de talismán, he mantenido el efecto de protección, conexión, comunicación e interacción; resolviendo, y cambiando el final, por la continuidad, y dando presencia a lo que tú al escribir este libro has causado en mí.
GRACIAS.
Qué bonito!!! Tengo el libro y me falta leerlo y trabajar con él
ResponderEliminarMucho ánimo! y si quieres compartir tus impresiones o lo que te ha sido más útil..no tienes más que hacérmelo saber. Gracias por tu opinión
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