La confusión
Estoy confuso. Muy confuso. ¿Cómo explicártelo? El momento de escribir este post estoy enredado por mis compañeros de la Vrije Universiteit en Amsterdam. Hemos dedicado un día para escribir artículos, manuales, capítulos de libros, etcétera, sin distracción e inspirados ….. viendo todo el mundo mirando a y tecleando en su ordenador...
Bueno. En el descanso hable con mi compañero que se dedica a los estudios de la personalidad. Me acaba de decir algo importante, algo grave, una noticia malísima para el mundo de la terapia familiar. ¡¡¡Según las investigaciones en el campo de genética & la conducta la influencia de los padres parece ser muy mínima!!!! Tanto durante la adolescencia como en la madurez temprana ocurre un reinicio de los cerebros de los jóvenes. No olvidamos las lecciones de nuestros padres totalmente, pero tampoco nos importan mucho. Además, la influencia de nuestros coetáneos es mucho más importante. ¡La madre que pario a los/las terapeutas familiares! ¡La madre que pario a los padres! Según esta noticia estamos de mas, somos rudimentarios. ¡No me lo puedo creer! ¡No lo quiero creer! ¡No lo voy a creer!
Tendrás que saber que acabo de grabar un podcast con Carmen sobre el tema “El humor como legado”. Carmen como experto en las familias de origen y yo como experto en la terapia provocativa en que utilizamos mucho humor. No solo tendríamos que terminar nuestras carreras como terapeuta familiar si lo que me ha dicho mi compañero holandés es verdad, Carmen tendría que quitar su libro de la venta.
¿Pero que pasa aquí? Siento una protesta profunda porque la noticia ha tocado una importante creencia personal de mí. La noticia ha sacudido el árbol de mi experiencia, de las lecciones aprendidas de mis profesores y de las ideas compartidas con mis compañeros/-as en el gremio de la terapia familiar sistémica. Estoy seguro de que mi compañero ha compartido honestamente lo que ha leído él. Todavía no he comprobado los artículos en que ha basado su comentario. Tampoco sé si mi compañero ha leído estudios de la terapia familiar sistémica para matizar sus descubrimientos. Pero en el momento de darme la noticia no importó. Porque falso o correcto, me ha afectado. Me puso en una situación en que tuve que pensar y repensar el porqué de mis creencias. Esta experiencia me puede ayudar fortalecer los supuestos desde que parto en mis consultas o me puede ayudar ajustarlos. Y eso es justamente lo que paso cuando utilizo el planteamiento provocativo con mis clientes.
La terapia provocativa consiste en una mezcla del buen contacto con los clientes, el humor y el desafío. El resultado por el humor y el desafío es la confusión y después la protesta, o a veces la aceptación. Por la investigación al papel del humor en la psicoterapia que hago en la Universidad de Almería, pretendo estar más experto cada ano en el campo del humor y la aplicación en la psicoterapia. La confusión juega un papel importante en el humor en sí, pero especialmente investigando su efecto en la flexibilidad psicológica. El humor es conocido por crear un poquito aire y ampliar el espacio terapéutico. Puede facilitar así el trabajo con los clientes y expresar sentimientos complicados en la consulta al terapeuta y/o a los familiares. El humor también tiene otro efecto: la incongruencia. Cuando aplicamos el humor sea un chiste, sea una actuación de un cómico, en la mayoría de las veces existe una incongruencia entre los doble posibles significados de una palabra/ historia/ situación. En la literatura se refiere muy a menudo a Arthur Koestler y el término ‘bisociación’ que invento. Cuando entendemos el otro significado tenemos que reírnos. Pero justo el momento antes de reírnos nos encontramos en la situación de la confusión. ¿Qué pasa aquí? Aquel momento nos invita a cuestionar nuestra perspectiva y nos invita a cambiarla, ser más flexible. Cuando los clientes buscan un(-a) psicoterapeuta se encuentran en una situación en que se encuentran atascados. No están suficientemente flexibles para encontrar una solución para salir de su estancamiento. Lo que necesitan es hacerse más flexible de alguna manera. El humor puede servir muy bien para ello. Sin embargo, el ingrediente clave para el humor es la confusión.
El humor como legado, que es el título del podcast con Carmen. ¿Puede el humor también formar parte de los legados de las familiares de origines? Bueno, hay que escuchar el podcast para averiguar nuestras opiniones. Sin embargo, podrías imaginarte que el uso del humor puede tener efecto en los legados de una familia. Es decir, todas las influencias, todo lo que heredamos de nuestras familias, puede convertir en influencias restringentes a la hora de tener que adaptarse a circunstancias cambiadas. Por los procesos de la homeostasis muy a menudo nos cuesta mucho cambiar. El humor por su efecto de la confusión, por dar aire y también porque a través del humor podemos abordar temas tabús, puede resultar una herramienta muy útil para romper los moldes de los legados.
Pero, ¡por favor!, pretender ser el experto en el humor y por lo cual en la confusión no debería significar que tengo estar en un estado de confusión yo mismo también ¿no? Hablaré con mi compañero para pedirle retirar su noticia de hoy....
Federico Sarink
Terapeuta provocador
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